EL GRAN DESPERDICIO
Salvados para Salvar “Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres”. Mc 4, 19 Este es el llamado que hace Jesús al pasar por el lado de los hombres. Es a esto a lo que nos llama, a lo que nos invita. Nos invita a ser como él, es decir, a ser pescadores de hombres. Y este es, por supuesto, un llamado universal. No es un llamado para unos pocos escogidos, para unos pocos con “vocación”. Es el llamado, es la vocación para todos aquellos que “escuchen su voz y le abran la puerta”, (Apoc. 3,20), porque es a esto a lo que Jesús ha venido al mundo: a salvar a los hombres. A ser Pescador de Hombres. Así el llamado es para todos los bautizados y aún más, es para los no bautizados porque ese es el sentido profundo de la conversión: ser pescadores de hombres. Si la Iglesia llega a comprender esto va a descubrir el inmenso potencial que tiene guardado, perdido entre sus filas. No va a tener, como hoy, un apóstol, un pescador, un sacerdote por cada diez mil personas, sino que va a...