3 meses...
Mati:
Hoy llueve, llueve muy duro.
Fuimos a rezar el Rosario en tu árbol como todas las noches desde que te fuiste.
Hoy tocó trabajar... Fuimos a tu misa, y en la noche, al Rosario.
Te extrañamos. Aquí todos lloramos, Mati. Tu mamá y tu papá tienen el corazón roto en mil pedazos y todos nosotros detrás de ellos, con un dolor que no pasa y que no queremos que pase.
¿Nos ayudas a llegar rápido al cielo? Ayúdanos a que este tiempo pase rápido, que podamos dar los pasos necesarios para volverte a abrazar y volverte a ver arrugar tu naricita y hacer como un Weasel, como decía tu papá.
Ayúdanos a esperar con la esperanza de volverte a ver; ayúdanos a que nuestra esperanza se convierta en nuestro corazón en una certeza.
Porque en la vida eterna yo creo.
María Paula G.
Que palabras tan lindas Pau. Que Dios ilumine tus plegarias
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