DIA VEINTIUNO
DIA VEINTIUNO
Agosto 10, 2020
Ante la muerte de Mati llegan muchas palabras de consuelo que hacen referencia a la vida eterna. Aún de personas que uno sabe que no creen o que son indiferentes al evangelio. Me pregunto por qué. ¿Es solo un esfuerzo por consolar, por ofrecer una respuesta ante el abismo despiadado e insondable de la muerte? ¿Hay contenido en ellas, tocan la vida, las actitudes, las decisiones fundamentales?
No dudo de la Vida Eterna. La cuestión es cómo llegar con certeza, o ¿todos llegaremos sin importar cómo hayamos vivido? ¿Existen el purgatorio y el infierno además del cielo? Y si es así, ¿quienes van allí?
Para un bebé como Mati no hay duda. Por su edad, no alcanzó a tener malicia ni pecado. Solo dulzura, solo inocencia, solo verdad. ¿Pero, los demás? ¿Nosotros? ¿Cómo tener certeza de llegar?
¿Se logra siendo buenos o al menos no muy malos? Pero, ¿quién de verdad lo logra? ¿Es una fantasía? ¿Se llega aún si nunca nos interesó o si vivimos de espaldas o negando o renegando de esa misma eternidad, o siendo tibios o indiferentes? ¿Se llega porque sí? ¿O se llega yendo a misa y cumpliendo los ritos de la Iglesia así vivamos para este mundo? ¿Existe un camino certero que podamos tomar desde donde cada uno está, un camino de hechos, actitudes, decisiones que cambien nuestro ser interior y nuestro rumbo y nos abra la mente y el corazón a ver y comprender la realidad, lo que hay más allá, lo que nos espera en la eternidad? ¿Será posible?
Esta foto de Mati parecería indicar un camino. Tomada un tiempo antes de su muerte, parece una premonición: Mati sube una escalera azul pero se vuelve hacia nosotros, nos mira y extiende una mano como invitando a seguirlo. Una escalera que sube, una sonrisa, una cara luminosa. ¿Va delante nuestro, nos indica un camino desde antes de su muerte? ¿Por eso nos fue conquistando con su dulzura, su sonrisa, con sus gestos y sus juegos para luego irse, como si quisiera que lo sigamos? ¿Nos invita a dejar este mundo e ir tras él a la eternidad?
Por eso pienso si este dolor tan hondo, por momentos casi desesperado, es el que nos guía.
Antonio Torres.
Comentarios
Publicar un comentario