El Hombre y su Destino
¿Pero en realidad tal cosa existe? ¿El destino del hombre?
El hombre que se proclama libre camina hombro a hombro con aquellos a quienes proclama esclavos; caminan todos hacia la muerte.
O tal vez, debería decir, eludiendo la muerte sin darse cuenta de que es precisamente allí, en la muerte, donde se encuentra su propio destino y las respuestas que busca.
Si la vida fuera un sueño, ¿la muerte sería el despertar? ¿Un sueño o una pesadilla? Y sin embargo nos aferramos a esta vida como si fuera lo único que tenemos. Esta vida que se va convirtiendo poco a poco en pesadilla. ¿O qué es lo que vemos en la cara de los viejos aferrados a un cuerpo que se cae a pedazos, un mundo que hace tiempo desapareció, arrinconados, incapaces de avanzar hacia la muerte, lo único que les queda? ¿Aterrados de tener que despertar?
Ah, pero no es tan fácil. La muerte no es el sueño eterno. Es el eterno despertar. Es el encuentro con el destino.
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