La Gente Decente
Decir las cosas comunes, halagarlos a todos, no contradecir a nadie, pretender que todo está bien, el evangelio del statu quo. ¿Que más nos pueden pedir? Somos sumisos, nos hemos sometido, hacemos la tarea. Y que el mundo siga su oscuro curso protegido por la bajeza de quienes no quieren saber entregados a sus pequeñas perversiones cotidianas, a sus engaños y mentiras de gente decente. Ver, verse a sí mismos seguramente los destruiría. O por lo menos destruiría su mundo. ¡El horror! ¡El horror! Pero el más grande horror quizás no es otro que nuestras bondades, nuestras mezquinas generosidades y nuestras buenas intenciones que siempre guardan lo mejor para nosotros mismos. No tengas miedo de hablar. Te crucificarán, si, pero te crucificarán por lo que eres, por lo que llevas dentro y por lo que no quieres ver y claro, por ser un traidor a tu raza, por abandonar la hipocresía, por dejar de esconderte y de esconder los engaños y mentiras que forman tu vida, por quitarte el dis...