No todo lo que brilla es oro
Esta semana estuve en una conferencia de Samuel Angel en el Teatro Minuto de Dios, que hablaba de como la identidad de género estaba entrando tan duro en nuestra sociedad. Fui pensando que nos iban a dar las herramientas para luchar contra las ideologías de estos movimientos de izquierda y esto fue lo que pasó...
La conferencia estaba programada para las 6:00pm. El conferencista decidió que lo mejor era tomarse fotos con todo su público para subirlo a sus redes sociales y empezar pasadas las 6:30pm. La mayoría de los espectadores estábamos desesperados esperando que iniciara la conferencia.
Empezó con la lectura de la hoja de vida: abogado, ganador de premios en Londres y Washington, Católico defensor pro vida. Pensé: esto va a estar bueno. Después de una introducción a lo que es la ideología de género y al explicar como los movimientos de izquierda han utilizado estos mecanismos para obtener poder, presentó el primer recorte de una noticia que se titulaba: "Argentina: hombre juega Hockey femenino". Después mostró otro artículo que decía: "Un adolescente transexual gana una competición en la categoría femenina de atletismo". Continuó mostrándonos una noticia de Australia sobre un transgénero que ganó en la categoría femenina en levantamiento de pesas.
¿Cuando es que comienza la conferencia? Pensé. Llevábamos ya una hora de conferencia y lo único que había visto eran noticias cada vez mas perversas, noticias que no voy a nombrar en este artículo por respeto a ustedes. Me sentí como en una canción de Ozuna en donde hablaban de las perversiones que uno nunca se había imaginado que existían. En el auditorio habían jóvenes menores de edad, niños a los cuales los papas los llevaron a la conferencia tranquilos pensando que, al ser una charla en contra de la ideología de género y de la implementación obligatoria de este tipo de educación en los colegios, sus hijos iban a poder estar a salvo de cualquier perversidad. No fue así. Les mostraron detalladamente todas las barbaridades, los dejaron asustados y más perdidos que como entraron. Pobres papás, ahora les toca sentarse con sus hijos para que no queden con imágenes rodando en la imaginación y dañándoles la mente.
Triste. No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?” 23 Y entonces les declararé: “Jamás os conocí; apartaos de mi, los que practicais la iniquidad.” Mateo 7: 21-23.
Pensarán que cambié de bando, que ahora estoy a favor de la ideología de género. Uno no se puede cambiar de bando, porque las implicaciones son muchas, es arriesgarse a perderse, meterse en uno de los muchos laberintos y engaños que nos tiene este mundo para no ver la realidad. Pienso que tanto en la ideología de género como en los movimientos feministas, en el ateismo, en los pro aborto, etc, se encuentran por lo general personas, dolidas por la vida, personas que han sufrido mucho y que están siendo utilizadas por movimientos políticos que no se preocupan realmente por el bienestar de las personas. Así como Sara Winter decía y que expliqué en el artículo pasado: "Los brazos de un mismo cuerpo".
Necesitamos buscar la manera de ayudar verdaderamente a las personas que están siendo sometidas bajo estas ideologías. Hay que odiar al pecado y amar al pecador. Pensamos que somos pocos luchando pero no es así, necesitamos unir nuestras fuerzas para tener resultados reales. Si Dios está con nosotros, ¿Quién contra nosotros? Romanos 8:31.
María Paula Gallegos Villegas.
Comentarios
Publicar un comentario