LOS DIOSES DEL MUNDO
Creo que no tiene sentido ir a misa, cumplir ritos y valiosas obligaciones religiosas, practicar los sacramentos, y luego ir a arrodillarse ante los dioses del mundo. No tiene sentido creer en Dios y en la eternidad como quien bota migajas de su mesa, pero vivir para los dioses del mundo: el dinero, los placeres, las riquezas, los viajes, la comida, el sexo, la mentira, el engaño... la mezquindad. El mundo atrapa, aficiona y ciega como atrapa la droga o el alcohol, pero de forma más hipócrita, más sutil, más profunda, sin que nadie se dé cuenta. Así se puede mantener una apariencia de bondad y rectitud mientras se sirve a la mezquindad y la vileza, y a sus amos. Así, logran algo muy grave: hacen que distorsionemos nuestra visión de nosotros mismos y de nuestra realidad, hacen que ya no nos podamos ver como somos sino solo como quisiéramos ser. Atrapados, sumergidos en las cosas materiales, ciegos a la realidad, incapaces de percibir las cosas eternas, torcemos nuestra conciencia h...