LA REALIDAD
Hay una realidad que se esconde tras la realidad. Hay una verdad que se esconde tras las tantas verdades. Hay un mundo más allá de este mundo. Está aquí, a nuestro lado, pero también está más allá de lo que percibimos.
Son ideas pero también algo más. Se vuelve real a medida que esa consciencia, esa certeza penetra en el interior de uno: hay una realidad más allá de esta. Luego, ¿podemos llegar? ¿Es posible ir? ¿Percibir lo invisible?
Creo que la clave está en ir desvelando, mostrando, lo que se esconde detrás de cada apariencia cotidiana, de cada mensaje que recibimos, de cada rostro, de cada noticia. Nada ocurre por azar; todo contiene un mensaje, una huella, un rastro a seguir si se busca con honestidad a medida que descubrimos que el mundo que nos rodea es un engaño, una falsedad tan intensa como los rostros que nos han traído hasta aquí.
Como perdidos en un bosque, las sombras que nos rodean no bastan para guiarnos; tampoco los inventos, esfuerzos y ciencias humanas, las religiones novedosas o exóticas ni los deseos y las pasiones. Es necesario algo más, algo más hondo, algo que quizás venga mas de allá para acá que de acá para allá (un llamado, una voz, un recuerdo) para que ilumine la vida, guíe los actos y las decisiones, nos de una ruta segura a un destino cierto: la realidad más allá del sueño que vivimos.
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